🫖 Las 5 reglas de oro para preparar un buen té
Preparar un buen té es un arte que combina conocimiento, paciencia y sensibilidad. No se trata solo de hervir agua y añadir hojas, sino de respetar ciertos pasos que realzan su aroma, sabor y propiedades. A continuación, te presentamos las cinco reglas de oro para disfrutar una taza perfecta.
1. Elige un té de calidad
El primer paso para un té excepcional es seleccionar hojas de buena procedencia. Los tés en hebras sueltas suelen ofrecer mejor sabor y aroma que los de bolsita, ya que conservan mejor los aceites esenciales y compuestos naturales. Pon las hebras de té en la tetera o filtro.
2. Usa agua fresca y pura
El agua influye directamente en el resultado final. Es recomendable usar agua filtrada o mineral, evitando la del grifo si tiene mucho cloro o cal. Además, nunca reutilices agua hervida, ya que pierde oxígeno y afecta el sabor del té.
3. Escaldar la tetera o taza
Antes de añadir el agua para infursionar, escaldar la taza o tetera para que no pierda temperatura.
4. Controla la temperatura
Cada tipo de té requiere una temperatura específica. Los tés verdes necesitan agua más templada (70–80 °C), los negros y pu-erh requieren agua casi hirviendo (90–100 °C), mientras que los blancos y oolongs prefieren temperaturas intermedias. Si el agua está demasiado caliente, puede quemar las hojas y volver el té amargo. Añade al agua sobre las hebras de té
5. Respeta el tiempo de infusión
Dejar reposar el té el tiempo justo es clave para obtener un sabor equilibrado. En general, los tés verdes y blancos necesitan entre 2 y 3 minutos, los negros entre 3 y 5, y los oolongs pueden llegar hasta 7. Un exceso de tiempo hace que el té se vuelva astringente.