Café Papua Nueva Guinea SCA84,5* Especialidad

El café de Simbu es una bebida de alta gama, conocida por su equilibrada acidez, cuerpo suave y sus sabores frutales y florales, lo que lo convierte en una opción ideal para los aficionados al café de especialidad en busca de una experiencia única y sabrosa.

1. Origen: Este café se cultiva en la región montañosa de Simbu, en el corazón de Papúa Nueva Guinea. Su clima tropical y suelos volcánicos son factores clave que contribuyen a la excepcional calidad de sus granos.

2. Variedad de café: Simbu es hogar de diversas variedades de café Arábica, destacando las variedades locales como el Typica y algunas híbridas que se adaptan de manera óptima a las características del terreno.

3. Perfil de sabor:

   • Acidez: El café de Simbu presenta una acidez brillante, pero sin ser excesiva, aportando una sensación fresca y frutal, similar a una naranja o una manzana verde.
   • Cuerpo: Su cuerpo es suave y bien equilibrado, generalmente medio a completo, lo que lo convierte en una bebida agradable en boca.
   • Sabor: El sabor se distingue por notas tropicales, como mango, papaya y piña, combinadas con una ligera dulzura a chocolate. También es común encontrar matices florales y herbales que añaden complejidad.
   • Postgusto: El retrogusto es limpio y suave, con toques que recuerdan a la miel y la nuez.

4. Método de cultivo: En Simbu, el café se cultiva principalmente en pequeñas fincas familiares. Los caficultores emplean métodos orgánicos y tradicionales, reflejando un enfoque artesanal en la producción. La altitud de cultivo, que varía entre 1,200 y 2,000 metros sobre el nivel del mar, favorece el desarrollo de sabores complejos y la alta calidad de los granos.

5. Proceso de post-cosecha: El café se procesa mayoritariamente mediante el método lavado (húmedo), que resalta su frescura y acidez. Algunos productores también utilizan el proceso de miel para mejorar la dulzura y la textura del cuerpo del café.

6. Sostenibilidad y comercio justo: Muchos caficultores en Simbu practican el comercio justo y adoptan principios sostenibles, lo que asegura que los productores reciban una compensación adecuada por su labor y promueve prácticas agrícolas responsables.